Un verano para contar

Por Samahyra Alcántara.

¿Qué es el Summer? Para aquellos que no han vivido la experiencia se trata de un simple programa de intercambio cultural, una oportunidad de empleo en los Estados Unidos o un golpe de suerte que tienen unos cuantos estudiantes. Sin embargo, aquellos que han tenido el privilegio de ser llamados J1’s, saben que es más que eso y conocen el sacrificio que cuesta; pero si algo tienen claro es que la satisfacción personal que sentirán durante y después del Summer es indescriptible. Tan indescriptible como el Summer mismo.

El Summer es una vivencia que no puede ser encasillada en una breve definición, de hecho, pueden haber tantas definiciones como estudiantes participen en él. Pero para darles una probadita, aquí les comparto la mía:

Mi vida se divide en dos etapas: antes y después del Summer. Viajé a la ciudad de Ocean City, New Jersey y no pude haber elegido un mejor destino. Una localidad pequeña donde puedes escuchar las olas del mar desde tu casa por el silencio que la caracteriza. Allí mi primer empleo fue como housekeeper y luego de asistir a varios lugares buscando una segunda oportunidad de trabajo di con el sitio ideal. Así fue como inicié a trabajar en una tienda, donde me vi obligada a interactuar con los clientes, razón por la cual mi inglés mejoró bastante, mejorando también mi confianza al hablarlo. Pero no solo mi confianza en los idiomas, sino que aumentó mi autoestima dejándome saber que puedo lograr todo lo que me proponga con esfuerzo y determinación.

Estar cuatro meses por mi cuenta, me dio un sentido de independencia mucho mayor al que tenía e hizo que aprendiera a administrarme mejor. Tener dos trabajos y el deber de ser puntual, hizo que aumentara mi nivel de responsabilidad. Conocer y compartir con personas de Croacia, Rusia, Jamaica y México me ha hecho valorar y respetar las culturas de cada quién, así sean tan diferentes a la mía. El hecho de que las tareas del hogar y el aseo de mi espacio dependieran de mí, me ha llevado a apreciar los esfuerzos de mi familia y me motiva a colaborar en los quehaceres de la casa, así como ayudar a cubrir los gastos. Estas y más son las razones que hicieron de esa temporada, el mejor verano de mi vida. Este viaje, este pequeño viaje ha sido la base de mi crecimiento personal y jamás podré olvidarlo.